miércoles, 21 de abril de 2021

Bloque 4: La hora del cuento. Adquisición de la competencia literaria

¡Buenas tardes lectores y feliz semana del libro!

Aprovecho esta semana para hablaros sobre la importancia de la hora del cuento en los niños de infantil. Coincide además con una de las semanas de mis prácticas con niños de tercero de infantil en el colegio mater salvatoris. Por esto, he aprovechado para leer un cuento a los niños de mi clase y analizar los distintos comportamientos de estos.

La hora de la lectura es uno de los momentos favoritos de los niños de mi clase, a esta edad (5-6 años) están aprendiendo a leer y escribir y los cuentos son objetos muy llamativos e interesantes para ellos. Cuando llega la hora de la lectura los niños de mi clase se emocionan, están constantemente cogiendo cuentos de una estantería que tenemos en clase cuando tienen tiempo libre.

Los cuentos son una parte muy importante del crecimiento de los niños, pues les permiten empatizar con el mundo, desarrollar su imaginación y resolver conflictos. El cuento es una de las bases para el desarrollo intelectual. Al contarles una historia podemos lograr que entiendan las cosas con más rapidez, que su cerebro trabaje con más certeza, se estimule su memoria y sus ganas de expresarse. La lectura favorece al desarrollo de los niños, así como emocional, social y cognitivo.

A la hora de contarles un cuento es importante dar a cada personaje una voz, gestos y personalidad propios, para que el niño consiga imaginar la historia que le contamos, así como gestualizar, entonar y vocalizar bien. También es importante el lugar y el momento en el que se lo contamos, tiene que ser un lugar y tiempo donde los niños no tengan distracciones y puedan estar atentos.

Escuchar historias hace a los niños más reflexivos ya que, en ellas, encuentran un mensaje que los lleva a comprender la forma en que deben actuar y comportarse, aprenden a escuchar con atención y a ser pacientes, fomentamos la empatía o capacidad para ponerse en el lugar del otro.

Existen tres formas de contar un cuento en el aula: lectura, narración o cuentacuentos.  Con la narración el narrador realiza una narración con sus palabras, no una lectura exacta del libro, acompañado de imágenes. La técnica del cuentacuentos trata de contar cuentos aprendidos por el profesor con sus palabras, sin imagen alguna y así los niños utilizan la imaginación. Por último, la lectura, el método que he escogido para utilizar en mi aula, se trata de leer el cuento en voz alta enseñando imágenes.

El cuento que he escogido para mi clase de tercero de infantil es “llaman a la puerta” de Pat Hutchins, una ilustradora, escritora de libros para niños y locutora inglesa.

Título: “llaman a la puerta”

Autor/a: Pat Hutchins

Ilustrador/a: Pat Hutchins

Editorial: green willow books

Fecha de la 1ª edición: 1986

Curso en el que me baso para realizar este análisis: tercero de infantil (5-6 años). Una de las razones por las que he escogido esta edad es porque a esta edad los niños deben aprender a ponerse en el lugar de otro, ya que a esta edad tienen un concepto de moralidad absoluto y deben aprender a compartir. Además, la secuencia narrativa es clara y además con frases repetitivas.


Antes de leer el cuento en clase me lo leí a mi misma por primera vez en mi casa y seguidamente lo hice una segunda vez con un tono alto, pensando que entonaciones, gestos y preguntas debía realizar en cada momento. Había observado a mi tutora contar cuatro cuentos en clase y la forma en la que lo hacía. Cuando había pensado todo lo que iba a hacer durante la lectura lo ensayé frente el espejo contándomelo a mi misma varias veces, usando la entonación adecuada para cada palabra, las pausas, los gestos, las miradas, las preguntas…

Conté el cuento a mi clase de tercero de infantil con la que llevo trabajando tres semanas y me desenvuelvo bastante bien, ya que tengo confianza con ellos y se en que momentos tienen mayor concentración para escuchar la lectura de un cuento, asíque escogí leerlo en la hora de la merienda. Los niños de infantil tras la comida tienen talleres de manualidades o de pensamiento y a las 16:00 les traen la merienda y se la comen sentados y cansados. Algunos días cuando hace buen tiempo les llevamos fuera de la clase. 

Cada clase de tercero de infantil tiene unas enormes ventanas y una puerta que lleva al patio, para ir a este, antes tienes que bajar tres escalones. Les pregunté quien quería escuchar un cuento y entusiasmados todos dijeron “yo, yo” y así, aprovechando que hacía buen tiempo les senté unos al lado de otros distribuidos entre los tres escalones y me senté en una silla frente a ellos mientras que se comían la merienda concentrados. Era jueves, elegí este día de la semana ya que los jueves tienen galletas para merendar y es un elemento fundamental en este cuento que he elegido.


Actualmente mis alumnos de tercero de infantil están aprendiendo cada vez más letras, esta semana están aprendiendo la letra “ll”. Con estas letras los niños ya saben leer y escribir cada vez mejor (unos más que otros como en todas las clases) y por otro lado han aprendido los números (hasta el número 60) y sumar con estos hasta con dos cifras y separar objetos entre dos grupos. Por esto he escogido este libro, este libro trata de una familia que está merendando y tienen una bandeja llena de galletas, poco a poco van llamando al timbre de la casa distintas personas y cada vez se sientan más personas a merendar en la mesa y así van quedando cada vez menos galletas para cada uno. Con esto los niños tienen que ir pensando cuantas galletas van a tocar cada persona a medida que va llegando más gente a la casa de forma repetida. Con este libro consiguen la motivación y la emoción gracias a la repetición ya que les gusta anticiparse y decir las frases repetidas y gracias a que el tema del cuento es un tema que les gusta ya que lo han dado en clase.


Comencé a leer el cuento con un tono bajo para que todos estuviesen atentos, leyendo el título, y así cuando todo era silencio y solamente se escuchaba el viento y los árboles comencé a contarles el cuento. Al conocer a todos los niños de la clase y tener bastante confianza con ellos no tuve nervios, aunque sin estar delante la profesora me fue más fácil soltarme. 

El cuento comienza con una familia compuesta por una madre y dos hijos que estaban merendando unas galletas que había en una bandeja hechas por su abuela. Los niños estaban hablando entre ellos sobre cuantas galletas le tocaría a cada uno (tocaban a 6 galletas cada uno), en ese momento realicé la primera pregunta: “Mmm… que ricas las galletas de la abuela. Tienen doce galletas, ¿Cuántas galletas se podrán comer cada uno?” y esperaría que me respondiesen de forma correcta ya que los nuevos ejercicios que estamos dando en clase son sobre separar grupos en dos. Algunos no respondían y otros respondían “dos”, “diez” o “cinco” hasta que les di la respuesta correcta. Entonces, seguí leyendo el cuento. Llamaron a la puerta de la casa y se produce una secuencia que se repite a lo largo de la historia con frases repetitivas:

“- Nadie hace las galletas tan ricas como la abuela – dijo mamá. En ese momento llamaron a la puerta” “adelante – dijo mama. - Llegan a tiempo para merendar.”


Cuando llamaban a la puerta eran una o varias personas que venían a merendar y por lo tanto cada vez tocaban a menos galletas cada uno. Cada vez que venía una persona nueva a la casa se repetían las mismas frases. La primera vez que llamaron al timbre eran dos vecinos y juntos sumaban un total de cuatro personas para merendar. Cada vez que llegaba alguien nuevo, les preguntaba a los niños cuantas personas eran, y o bien algunos sumaban o bien otros contaban los niños que había en la mesa a partir de las ilustraciones que les iba enseñando. 

Les pregunté cuantas personas eran en ese momento y la mayoría con entusiasmo respondieron “cuatro”, con lo cual evité la división entre cuatro personas ya que no sabían como hacerlo y en la siguiente página se decía cuantas galletas correspondían a cada uno. La segunda vez que llamaron a la puerta llegaron dos personas, con lo cual eran seis. 

En ese momento hice una pausa y les pregunte: “Cuantas personas son ahora?”. La mayoría de los niños cada vez más ilusionados y al ver la repetición de la historia dijeron en un tono alto: ¡seis! Y seguidamente les comenté: “¡pero son muchos, ahora van a tocar a menos galletas cada uno!, ¿no?” a lo que los niños me respondieron con afirmaciones.

La tercera vez que llamaron a la puerta, los niños al ya saberse las frases las citaban al mismo tiempo que yo las leía. Alguno de ellos decía algún comentario como: “¡otra vez!” o “cada vez tocan a menos galletas”.

Eran “Juana, Simón y sus cuatro primos” con lo que les pregunté: ¿Cuántas personas son Juana, Simón y sus cuatro primos?, casi todos ellos me respondieron con la respuesta correcta siendo esta seis. Seguidamente les hice otra pregunta: “¿entonces cuantos son en total?” y al no acordarse, los niños miraron la ilustración y contaron todas las personas, hasta llegar al número doce. En ese momento, cuando iba a proseguir con el cuento algún niño me interrumpió comentando el gato que había sobre la silla.


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En ese momento, cada niño tocaba a una galleta así que hice otra pregunta: “si hay doce galletas y son doce niños, ¿Cuántas galletas puede comerse cada uno?”, unos cuantos niños se equivocaron y otros respondieron de forma correcta, “una galleta”. 

Pasé de nuevo de página y volvierona  llamar al timbre y los niños volvían a comentar aun más entusiasmados: “¡otra vez!”. 

En la historia cada niño mira su plato quedando una galleta para cada uno, entonces les dije: solamente tienen una galleta cada uno, si viene más gente ¿Qué tendrán que hacer?, los niños respondieron que repartirlas partiéndolas por la mitad. 

En la historia la madre dice: será mejor que os comais las galletas antes de que abra la puerta. En este momento hice una pausa bastante larga para reflexionar con ellos, preguntándoles en primer lugar: “vosotros que haríais, os comeríais las galletas para que nadie os la quitara o esperaríais?” Algunos contestaron que esperaríán y otros que se las comerían, por lo que les dije que levantasen la mano por turnos. 

Siete niños de veinte levantaron la mano cuando pregunté quien se la comería, aunque poco a poco reflexionaron y fueron bajando la mano hasta que quedaron dos. Cuando pregunté quien esperaría a que la madre abriese la puerta, levantaron la mano todos los demás. 

Entonces leí la última parte: los niños le dijeron a la madre que esperarían y la madre abrió la puerta, entonces leí en voz alta y con entusiasmo: ¡era la abuela, que traía una enorme bandeja llena de galletitas!. Los niños se alegraron y se dieron cuenta de que ser egoísta no es una buena opción.

 

 

Conclusión

 

Se trata de una de las actividades que más me han gustado, por una parte porque la hora de la lectura en estos cursos es la hora favorita de los niños y por ello prestan atención y muestran entusiasmo y ganas, algo que facilita mucho a la hora de enseñar. Por otro lado tenía muchas ganas de leer el cuento a mi clase ya que encontré el cuento ideal para ellos por las enseñanzas que ellos estaban adquiriendo en ese momento que les motivaría a la hora de la lectura de este, y por la enseñanza que trasmite ya que me parece bastante importante el valor que enseña el libro.

Es fundamental conocer las diferentes estrategias que se pueden utilizar a la hora de contar un cuento y elegir un cuento adecuado para la edad de los leectores. También es importante saber en que momento y en que lugar contar el cuento. 

Considero que se trata de aspectos fundamentales para un futuro maestro.

Cuando realicé esta actividad me sentí basntante orgullosa de como había leído el cuento y como los niños de mi clase habían reaccionado, tal y como esperaba. Conociendo a los distintos niños y niñas me esperaba casi todas las respuestas que me dieron. Ni volv.ería a repetir la actividad para cambiar nada ya que me ha hecho sentir de forma satisfactoria al ver que los niños estaban entusiasmados y no estaban aburridos como les he visto actuar con otros cuentos.


Bibliografía

https://guarderiasyescuelasinfantiles.wordpress.com/2014/02/06/la-importancia-de-los-cuentos-en-las-clases/#:~:text=Los%20cuentos%20son%20una%20parte,bases%20para%20el%20desarrollo%20intelectual.&text=Les%20encantan%20los%20cuentos%20porque%20es%20una%20forma%20ideal%20de%20aprender.

 https://en.wikipedia.org/wiki/Pat_Hutchins

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